1.8 millones de trabajadores de una compañía estatal fueron despedidos y se espera que lo mismo suceda en 2016 y 2017, confirmando los cambios que quiere introducir el gobierno y que muchos analistas ven con preocupación de cara al futuro socio-económico del gigante asiático.
En uno de los despidos masivos más grandes de la historia, una empresa estatal de carbón y acero recortó 1.8 millones de trabajos en China debido a una reestructuración interna y nuevas políticas.
Un editorial del oficialista China daily asegura que el cambio de rumbo es “sostenible” y que el país está preparado para reabsorber a los trabajadores despedidos en comparación a lo ocurrido en la década de 1990 cuando se vivió una situación similar.
Según detalla un artículo de Reuters, los despidos apenas están empezando, ya que para los próximos dos años se espera que un total de 6 millones de empleados pierdan sus puestos en el sector también por decisiones parecidas de otras compañías estatales.
Esta situación hace que el gobierno chino deba preparar unos 23.000 millones de dólares para compensar a los trabajadores despedidos de aquí a 2019, mientras la fuerza laboral de acero y carbón apunta a reducirse en un 17%.
Consecuencias de políticas gubernamentales
El gobierno ha decidido que subsidiar la industria pesada ya no es una actividad sostenible, después de muchos años de “sobre-inversión” que ha llegado desde el presupuesto oficial para mantener a flote a las empresas estatales del sector.
Pero como indica Quartz, recortar la planilla es la parte fácil. Lo difícil será apaciguar a los millones de trabajadores sin empleo.