La política de refugiados de Australia ha recibido muchas críticas de propios y extraños por haber gastado 40 millones de dólares para que 5 buscadores de asilo fueran enviados a Camboya y 3 de ellos decidieran mejor regresar a su país.
El programa de Australia para el manejo de refugiados se firmó en 2014 y la idea era convencer a cientos de personas que fueron ubicadas en la isla de Nauru a residir en Camboya, el socio en esta operación.
De los más de 1.000 buscadores de asilo en Nauru, solo 5 aceptaron reubicarse en Camboya y solo 2 se quedaron de forma permanente, ya que los otros 3 prefirieron regresar a Irán y Myanmar, sus países de origen.
El acuerdo con el gobierno camboyano fue de 40 millones de dólares en ayudas y otros 15 millones fueron pagados a la Organización Internacional de Migración para colaborar en el traslado.
Críticas al programa
Richard Marles, parlamentario opositor, dijo que la situación se trata de una “broma muy cara” para Australia y la hermana Denise Coghlan del servicio de refugios de Camboya aceptó que los costos del programa son altos: “Si las dos personas que llegaron hacen una vida aquí, será éxito para dos personas. Pero si lo ves en términos de la reputación internacional de Australia, es muy negativo”.
El gobierno se defiende
El ministro de inmigración, Peter Dutton, afirma que el dinero pagado por Australia a Camboya es para mejorar los cultivos, las construcciones y el proceso electoral de uno de los países más pobres del mundo y decir que cada refugiado colocado con éxito ha costado 20 millones de dólares al país es algo “inmaduro”.