El proceso de producción y venta de cannabis se ha convertido en un negocio a nivel nacional en Estados Unidos, pese a que muchos estados todavía tienen duras penas para el consumo y la distribución.
Como detalla un artículo de USA Today, el negocio semi-legal de la venta de marihuana ha dejado 5.700 millones de dólares de ganancias en 2015 y son miles las personas que se han enfocado en este tipo de trabajo pensando en el crecimiento del sector.
Cultivar, empacar y vender cannabis sigue siendo ilegal en el panorama federal pero muchos estados han abierto su consumo y su producción, haciendo que pequeños empresarios y grandes corporaciones se interesen en una porción del pastel.
Washington, Colorado, Alaska, Oregon y el Distrito de Columbia han legalizado el consumo recreacional de marihuana y otros 23 estados permiten su uso medicinal.
Uso y producción en aumento
Ante este panorama, la industria de venta de marihuana proyecta un crecimiento importante en 2016, especialmente si California confirma la legalización del consumo recreacional.
Gran parte del aumento experimentado en el último tiempo se debe a las ventas para adultos, que alcanzaron los 1.300 millones de dólares en 2016 y esperan llegar a 23.000 millones de dólares en 2020, triplicando sus números.
Desafíos para los productores
Miles de personas se han convertido en productores especializados en la distribución y venta de marihuana pero deben eludir ciertas regulaciones estatales y federales, por lo que muchas veces operan con sistemas que evitan las transacciones bancarias.