La caída del estatus económico de la clase media y la clase trabajadora están haciendo que las personas le den la espalda a los partidos tradicionales y nuevas formas de populismo ganen adeptos a nivel mundial.
Según un artículo de The Times, la molestia, el desencanto y la decepción de los votantes de clase media con respecto a las élites políticas ha cambiado el panorama de varias regiones.
“El fracaso de los partidos políticos para responder al declive de la prosperidad relativa ha vuelto esta caída en el auge de Donald Trump, el colapso de confianza en la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, y el surgimiento de extremistas en Europa”, señala un análisis de Credit Suisse.
La clase media de Europa bajó su riqueza de un 47.2% a un 40.6%, en Estados Unidos disminuyó de 23.8% a 21% y en Asia se redujo de 50.4% a 41.6%.
El levantamiento de Donald Trump
El magnate inmobiliario es el favorito de muchos para pelear por la Casa Blanca representando al Partido Republicano y su plataforma principal es el enojo de la clase media contra el establishment.
La clase trabajadora estadounidense ha visto reducido el porcentaje de riqueza de 65.4% en 1947 a un 57.9% en 2015, el número más bajo desde la Segunda Guerra Mundial.
El caso de la política europea
La falta de opciones válidas en los partidos establecidos ha hecho que los extremistas ganen adeptos tanto en la derecha como en la izquierda.
“Es importante destacar que la desigualdad económica está en alza en Europa pero los países que más la sufren son Irlanda, España, Portugal y Grecia, viendo cómo los partidos de izquierda suben. En cambio, en el más próspero norte de Europa los que emergen son los extremistas de derecha”, explica el analista Timo Lochocki de la firma German Marshall Fund.