En su columna para la revista Time, el politólogo y escritor Ian Bremmer elogia a Vladimir Putin por lograr sus varios objetivos en su intervención en el conflicto sirio, abriendo puertas y fortaleciendo a Rusia de cara al futuro.
Bremmer detalla que la participación de Putin en Siria terminó oficialmente con el anuncio de retirada de miles de tropas, aunque la presencia rusa se mantendrá en la región.
Rusia seguirá teniendo la base naval de Tartus, acceso a una base aérea en Siria y algunos sistemas de defensa, reservándose el derecho de retomar los bombardeos de ser necesario.
Según el profesor de la Universidad de Nueva York, la intercesión de Putin en Siria cumplió varios propósitos:
- Logró reestablecer a Rusia como un poder más allá de su esfera de influencia.
- Pudo desviar el foco de atención del conflicto en Ucrania.
- Putin pudo echar por tierra las advertencias de Estados Unidos sobre lo difícil que sería intervenir en el conflicto de Siria.
- Convenció a los europeos que al intervenir en Siria, Rusia podía ayudar a manejar la crisis de refugiados. Con el beneficio mutuo, Putin esperaba que se levantaran las sanciones internacionales.
- Con la intervención de Putin en Siria, Rusia le recordó lo importante de su alianza a Bashar Assad, primero fortaleciendo la posición del líder en su país y luego retirando la ayuda casi sin aviso.
- Finalmente, al retirar su tropas en el día que comenzaron las conversaciones de paz, Putin dio una imagen de pacificador.
“Los movimientos son astutos. Putin declaró misión cumplida y minimizó los riesgos para Rusia… No siempre es el mejor estratega, pero ha demostrado una vez más que puede aplicar las mejores tácticas”, afirma Bremmer.
Independiente pero accesible
Según el politólogo, Putin ha colocado a Rusia nuevamente como un actor importante y sin ataduras en la escena internacional, sin renunciar a las relaciones comerciales.
“Putin sabe que Siria nunca podrá gobernarse como un solo país. Eso no le importa a Rusia, que seguirá teniendo acceso a las bases militares. Putin se ha marchado antes de que los costos del conflicto se volvieran prohibitivos“, concluye Bremmer.