El revolucionario hizo pública su posición ante la visita del presidente de los Estados Unidos a La Habana y dejó en claro que no está dispuesto a “olvidar el pasado” como pidió el jefe de la Casa Blanca.
Fidel Castro no se reunió con Obama en la histórica visita del máximo mandatario estadounidense para tratar de impulsar de forma definitiva el restablecimiento de relaciones comerciales y políticas entre dos viejos “enemigos”.
La carta de 1.500 palabras que Fidel Castro publicó a través de los medios estatales está dirigida al “Hermano Obama” pero no lleva un tono fraternal en sus líneas y habla de su postura férrea en contra del “imperialismo” norteamericano.
“No necesitamos que el imperio nos dé regalos. Mi modesta sugerencia es que Obama reflexione y no trate de desarrollar teorías sobre la política cubana”.
El presente no cambia el pasado
Después de estar enfrentado con Estados Unidos durante décadas, Fidel Castro no puede aceptar la declaración de Obama de que es hora de “olvidar el pasado”.
“Imagino que cualquiera de nosotros podría haber sufrido un ataque al corazón al escuchar esas palabras del presidente de los Estados Unidos”.
El futuro de las relaciones
Otro aspecto que Fidel Castro no logra aceptar demasiado sobre la visita de Obama y las intenciones de retomar la “normalidad” entre ambas naciones es el tema económico-comercial:
“Nadie debe pretender que la gente de este noble y dadivoso país renunciará a su gloria y a sus derechos. Somos capaces de producir los alimentos y la riqueza material que necesitamos con trabajo e inteligencia de parte de nuestra gente”.