Algunos líderes conservadores tienen la idea de impulsar un candidato independiente en caso de que Donald Trump obtenga la victoria por el Partido Republicano, pero existen varios obstáculos para que el plan sea eficaz en la carrera por la Casa Blanca.
Primero fue el rumor sobre Michael Bloomberg, el multimillonario con experiencia política como alcalde de Nueva York. Ahora, hay más de una propuesta para que un tercer partido político ingrese en la batalla política estadounidense, solo con un objetivo: frenar a Donald Trump.
Sin embargo, como explica Philip Elliott en un artículo de la revista Time, la idea del tercer partido político afronta muchas dificultades:
Nadie quiere ser el candidato independiente
Tras la negativa de Bloomberg, los nombres de Mitt Romney, Tom Coburn y Rick Perry han saltado a la palestra. Todos han descartado su posible participación. El plan de ganar votos para desequilibrar la eterna lucha dual entre republicanos y demócratas requiere una opción valedera que hasta el momento no existe.
Inscribirse en las papeletas no es cosa fácil
Algunos estados como Carolina del Norte requieren 90.000 firmas para la inscripción de un candidato y se necesitan millones de dólares para cumplir con los requisitos, a medida que el tiempo se acorta. La alternativa sería tratar de ganar la nominación en los ya establecidos y poco atractivos Partido Verde y Partido Libertario.
Ignorar a los votantes es causar problemas
Una de las ideas de formar un tercer partido político fuerte es que ni Donald Trump ni Hillary Clinton alcancen los 270 votos electorales requeridos para ganar la presidencia, pero eso significa quitarle protagonismo a los votantes, que seguramente quedarán con resentimiento y lo harán sentir en las siguientes elecciones estatales y nacionales.