Después del terrorismo que acecha como una fuerza creciente en múltiples regiones del planeta, la segunda situación de mayor preocupación para la policía y las agencias de inteligencia es el aumento del abuso sexual infantil.
La crisis pornográfica es una realidad que no tiene mucho espacio en los medios de comunicación y no es un tema popular para debatir pero se ha convertido en un flagelo para muchos países y la tendencia es clara, como detalla un artículo de Alice Thomson para The Times.
Por ejemplo, la policía británica está gastando 1.250 millones de euros anuales para investigar las denuncias de abuso sexual contra niños y las autoridades han tenido que reubicar a oficiales y detectives que antes se encargaban de homicidios y otros delitos.
Expertos afirman que la causa principal de esta crisis pornográfica que se traduce en abuso infantil es el gusto por la ponografía fuerte (hardcore) y el acceso cada vez más fácil a este tipo de contenido.
Pornhub asegura que sus videos se vieron 87 millones de veces en 2015, el equivalente a 12 videos por persona en todo el mundo.
A medida que la tecnología toma por completo la industria y proyecta cosas inimaginables para los próximos años con la realidad virtual, la crisis pornográfica se fortalece en muchas partes del mundo y los números que manejan las autoridades son alarmantes.
Afecta a todas las edades
Los menores de edad representan un 20% de las acusaciones por crímenes de abuso infantil y las prisiones han tenido que modificar su infraestructura por la cantidad de abusadores geriátricos en los últimos años, por lo que el flagelo se ha vuelto algo universal.
“Es una crisis social y la sociedad completa debe hacerle frente en lugar de dejar todo en manos de la policía“, afirma Thomson.