Aunque muchos auguran que las máquinas dispensadores de dinero verán su fin con los avances de los servicios online, el auge de las tarjetas de crédito y los monederos electrónicos, una empresa apuesta por una revolución tecnológica en el sector.
Si hay teléfonos inteligentes, relojes inteligentes y electrodomésticos inteligentes, ¿por qué no cajeros automáticos inteligentes? O más inteligentes y más complejos de lo que actualmente ofrecen en su menú de servicios.
Esa es la apuesta de la empresa estadounidense Diebold, especializada en fabricar cajeros automáticos para bancos y que ha desarrollado diversos avances tecnológicos para estar a la altura del mundo moderno en términos de dinero en efectivo y otras transacciones.
Según un artículo de Financial Times, los nuevos cajeros automáticos inteligentes pueden escanear los ojos de los clientes con motivos de seguridad, recordar las preferencias de los usuarios y responder a solicitudes realizadas desde smartphones.
El objetivo de la compañía con sede en el estado de Ohio es que los cajeros automáticos proporcionen una experiencia personal y tecnológica más interesante y más segura, con tal de competir con los otros métodos electrónicos que han tomado fuerza en los últimos años en detrimento del dinero en efectivo.
Una apuesta de miles de millones
Los directivos de Diebold son tan optimistas con el futuro de los cajeros automáticos que confirmaron la compra de Wincor Nixdorf, una empresa alemana rival, a cambio de 1.800 millones de dólares.
Mientras la empresa sigue reforzando sus sistemas de seguridad, muchos piensan que los nuevos hábitos en la sociedad y los estrechos márgenes de ganancias complicarán su futuro pese a la “inteligencia” de sus dispositivos.