Aunque Donald Trump gana popularidad con su argumento de reactivar la industria, The Economist afirma que el camino para mejorar las condiciones de la economía local para gran parte de la clase trabajadora en problemas es transitar el mismo camino de Alemania.
Según la publicación, la peor reacción posible para las consecuencias del crecimiento de China en el sector es el proteccionismo propuesto por Trump, ya que ese negativo ha traído algo positivo para la sociedad: la posibilidad de gastar para comprar importaciones aún para quienes tienen bajos ingresos.
“El libre comercio fue el motor de la prosperidad de Estados Unidos en el periodo post-guerra, pero la desaparición de millones de trabajos de manufactura en la industria nacional significa que ahora aún los políticos más mediáticos tienen miedo de defenderlo”, asegura el artículo.
Los proteccionistas quieren retroceder el reloj en lugar de preparar a la fuerza laboral para los cambios que se han dado y los que se avecinan.
El ejemplo: Alemania
Según The Economist, la solución para esta coyuntura de la industria estadounidense es olvidarse de los problemas que el libre comercio plantea actualmente y ver hacia adelante con nuevas políticas para atenuar los efectos de la robótica y las nuevas tecnologías en el mercado laboral.
“Estados Unidos debería estudiar a Alemania, que ha actualizado y mejorado las habilidades de su fuerza laboral invirtiendo en entrenamiento vocacional. Mientras tanto, otras políticas más activas como incentivos para reubicación ayudarían a una mayor movilidad social”, explica el editorial.