Lo que fue una declaración de intenciones para presionar a la Casa Blanca con tal de alivianar el ingreso de europeos a Estados Unidos ahora se ha vuelto una discusión importante en la Comisión Europea, en una medida que podría modificar las relaciones internacionales entre Bruselas y Washington.
Los comisionados comenzarán el debate sobre posibles cambios en la política de visa para turistas estadounidenses, después de que el país norteamericano no modificara la ley que exige visas para algunos ciudadanos europeos.
En 2014, la Unión Europea le dio a Estados Unidos dos años para extender su política de excepción de visas a todos los países del bloque, ya que actualmente solo 30 de ellos tienen el privilegio.
La decisión que tome la Comisión sobre los turistas estadounidenses tendrá implicaciones para todos los países de la Unión Europea a excepción de Reino Unido e Irlanda, que no forman parte del bloque en materias migratorias.
Europa Central y del Este presionan
Los ciudadanos de Polonia, Croacia, Chipre, Rumania y Bulgaria necesitan visa para ingresar a Estados Unidos pese a que forman parte de la Unión Europea y son los representantes de estos países los que exigen que la Comisión exponga el caso y debata sobre los pasos a seguir.
La decisión final no es sencilla
Según personas relacionadas con las negociaciones que se llevan a cabo desde hace tiempo entre Bruselas y Washington, ambas partes quieren llegar a un acuerdo satisfactorio para evitar otro problema de política internacional en medio de las dificultades comerciales, los impuestos, el terrorismo y la situación de China.