Ante las protestas de los conductores de taxis, una corte federal catalogó como ilegal el servicio de transporte privado de renombre internacional y hasta el presidente Mauricio Macri aprovechó la coyuntura para defender la decisión.
Mientras se analiza la denuncia más a fondo, la resolución federal obliga a las municipalidades a aplicar “las medidas que sean necesarias para suspender todas las actividades de Uber”, que ya había empezado a funcionar en Buenos Aires.
La empresa estadounidense empezó operaciones el martes en Buenos Aires y solo duró un día, ya que la movilización de los taxistas bloqueando vías importantes de la ciudad terminó en la posterior demanda.
“Básicamente, lo que hacen es ilegal. No proporcionan un servicio en el marco de la ley”, afirmó el secretario de transporte de Buenos Aires, Juan José Méndez.
La reacción negativa contra Uber en Buenos Aires no es ninguna excepción a nivel mundial, con situaciones similares en Londres, Madrid, Sao Paulo y París, donde la aplicación también afecta a un sector de transporte mientras beneficia a los usuarios con mejores tarifas y un servicio más calificado.
Competencia injusta para los taxis
La unión de taxistas reclama que el servicio de Uber en Buenos Aires representa una competencia desleal para el sector y que llegarán hasta las últimas consecuencias en la denuncia.
Los incumplimientos de Uber
La molestia de los taxistas es justificada en el marco legal argentino, ya que para que un automóvil pueda ofrecer servicio de transporte debe pasar inspecciones técnicas, tener un seguro que cubra a terceros y estar inscrito para pagar impuestos, además de la obligación de una licencia especial para el conductor.