A diferencia de otros monumentos que hacen referencia a tragedias nacionales a internacionales, el único museo del mundo sobre la masacre de la Plaza de Tiananmén cerrará sus puertas en Hong Kong y los involucrados aseguran que se trata de presiones políticas por el creciente interés de turistas chinos.
El grupo que opera el museo sobre la matanza de Tiananmen ha visto incrementar la presión externa para cerrar el local que se encuentra en el quinto piso de un edificio del distrito Tsim Sha Tsui.
Las visitas de turistas de China continental han caído en los últimos meses debido a que la seguridad del edificio ha empezado a solicitar información personal antes de ingresar.
El museo está siendo echado del edificio y todo apunta a presiones políticas, ya que como apunta un artículo de la revista Time, “el memorial se encuentra en Hong Kong porque es la única ciudad china en la que puede estar”.
Según estimaciones de los dueños, el museo ha tenido unas 20.000 visitas desde su apertura y muchas de ellas son de turistas chinos en busca de información que es ilegal en su país.
China, sin acceso a información sobre la tragedia
“Hong Kong es la ciudad más libre de China, tan distante política y culturalmente a la parte continental que su gente no quiere ser descrita como chinos. Y a diferencia de sus vecinos del norte, los ciudadanos de Hong Kong pueden buscar en Google sobre las protestas de la Plaza de Tiananmen y conocer la cruda verdad: que decenas de miles de estudiantes chinos demandaron reformas democráticas y las tropas asesinaron a 3.000 de ellos”, recuerda Time.