En otro paso contra la llegada de refugiados, el Primer Ministro Viktor Orban confirmó una nueva ley para “promover y salvaguardar el lenguaje y la cultura nacional” y “proteger las condiciones de vida de las futuras generaciones”.
Una reforma en la constitución de Hungría deja en claro la prohibición de la “islamización” con el objetivo de proteger el lenguaje y la cultura, sentando una postura contra la inmigración masiva.
“Para ser claro e inequívoco puedo decir que la islamización está prohibido constitucionalmente en Hungría”, afirmó Orban en una celebración por el quinto aniversario de la nueva Constitución nacional.
En medio de las críticas hacia Angela Merkel por su política de puertas abiertas y los cambios registrados en la visión de Europa con respecto a la llegada masiva de buscadores de asilo, Hungría tiene una postura enérgica para limitar la incidencia de los refugiados, especialmente los musulmanes.
La inmigración es “cuestión de soberanía”
Para las autoridades húngaras, la crisis de inmigración que se vive en Europa es un tema relacionado estrechamente con la soberanía nacional y deben tomarse medidas concretas.
“Tenemos el derecho de escoger con quiénes queremos y con quiénes no queremos vivir”, afirmó Orban sobre la determinación.
Hungría tiene un caso contra la Unión Europea para no formar parte de los planes de reubicación de los inmigrantes como parte de las soluciones regionales a la crisis y el gobierno está organizando un referéndum para decidir en torno a los porcentajes de aceptación de refugiados.