Es difícil evitar esos momentos de la vida en los que te sientes totalmente nervioso. No importa qué tanto hayas practicado o estudiado, el nerviosismo puede demostrarse en formas fisiológicas aún cuando no lo esperas. Empiezas a sudar, te ruborizas, y tu corazón empieza a palpitar rápidamente. Sería bueno poder calmarte lo suficiente para pasar por cualquier situación, no importa que tan nervioso estés.
1. Respira
Estar nervioso puede cambiar el ritmo de tu respiración. Se puede volver superficial e irregular. Por eso es que te sientes débil cuando estás nervioso. Trata de respirar profundamente unas cuantas veces para encontrar tu patrón normal de respiración, y esto también te ayudará a relajarte.