En la ciudad de Xi’an existe un hombre que tiene como trabajo jugar videojuegos para otras personas, generando ganancias importantes mensualmente y abriendo todo un nuevo mercado con clientes que lo buscan para conseguir sus metas como “granjeros” o “gold farmers” en distintas plataformas.
Wang Gang es un “gamer” chino que ha logrado hacer de su pasatiempo una forma de vida, con ingresos de 1.500 dólares al mes por jugar videojuegos para otras personas y creando una pequeña empresa en la que otros “gamers” trabajan para él jugando, alcanzando metas y generando dividendos para los clientes, que son otros “gamers” que no tienen tiempo de mantener y avanzar su propio juego.
El “gold farming” no es un concepto nuevo y tiene que ver con las personas que buscan objetos de valor dentro de un videojuego de rol multijugador masivo en línea (MMORPG), realizando acciones repetidas para maximizar su ganancia.
Muchas compañías de videojuegos han cerrado o suspendido cuentas por sospecha de “gold farming”, pero Wang Gang se las ha ingeniado para mantener el negocio a flote y las expectativas altas, ya que cada vez tiene más clientes y mejores ganancias, con 1.500 dólares al mes por jugar videojuegos en sus múltiples computadores desde la comodidad de su casa.
El gamer que se gana la vida como gamer
Wang Gang se graduó en ciencias de la computación y trabajó en un hotel, gastando todo su dinero en videojuegos para satisfacer su pasión, hasta que contrajo matrimonio y allí dio el paso definitivo: se convirtió en “gamer” profesional para otras personas.
“Al principio fue difícil. Su vida era jugar videojuegos en casa mientras yo salía a trabajar y él ganaba poco dinero. Las cosas empezaron a cambiar 6 meses después y su salario llegó a 1.500 dólares por mes. Luego pudo expandir su negocio de gold farming”, explicó la esposa.
El gamer chino ahora tiene su propia empresa de gold farming con varios empleados y turnos que van desde las 9 de la mañana hasta la medianoche, con 19 computadoras que buscan avanzar y generar ganancias a cada minuto. Eso sí, no son pocos los gamers que no soportan el ritmo de Wang Gang y que han abandonado el negocio, mientras él sigue contando las ganancias desde su hogar.