El gimnasio gana dinero cada vez que no vas. La mayoría de gimnasios tienen muchos más miembros de los que pueden acomodar. Por ejemplo, un gimnasio barato puede tener 6.500 miembros, pero una capacidad de solo 300.
El gimnasio trata de atraer gente que no va a ir. Si no eres una persona a la que le gusta ir al gimnasio, probablemente no irás solo por haber pagado por una inscripcion. Para hacer esto, los gimnasios esconden sus máquinas más pesadas en un cuarto interior y su recepción es más parecida a la de un hotel o una cafetería.
A tu cerebro le gusta estar en un contrato con el gimnasio. Cuando pagas algo, piensas en la persona que vas a ser, y te convences a ti mismo: ya que has pagado por el año, seguramente irás al gimnasio.
Cuando tratas de salirte del contrato, el gimnasio te da más. Aparte de ser un sitio para ejercitar, el gimnasio tiene otras cosas para que sus clientes se queden con ellos: un sauna, un spa o hasta noches de peliculas.
Sin los holgazanes, los gimnasios serían mucho más caros. Los gimnasios pueden cobrar poco porque la mayoría de nosotros nunca vamos a ellos. Si eres una de las personas que si va al gimnasio, tu inversión ha sido excelente.
(fuente: NPR)