Los anunciantes y las empresas tecnológicas están presionando a los fabricantes de coches para que les pasen los datos recopilados por los coches conectados, según ha advertido la firma automovilística BMW, que destaca los problemas que la industria tiene que afrontar al situarse entre la rentabilidad y la privacidad.
Estas afirmaciones se han podido escuchar en la Feria del Motor, que se está celebrando en Detroit, donde Ian Robertson, fabricante alemán y miembro del consejo de ventas y mercadeo, informó al periódico Financial Times de que cada coche que sale de sus líneas de producción, cuenta con una red inalámbrica que puede ofrecer información sobre aspectos como la velocidad, la aceleración, la localización e, incluso, sobre los ocupantes del coche.
El 33% de los vehículos tienen sistemas de comunicación
“Hay un montón de gente de ahí fuera pidiendo que le demos todos los datos que tengamos y ahí están incluidas las empresas de Silicon Valley, además de grupos de anunciantes; pero, nosotros siempre contestamos: no, gracias”.
Y es que, como alrededor del 33% de los nuevos modelos de vehículos cuentan con sensores y sistemas de comunicaciones que envían y reciben datos que ofrecen la posibilidad, a los fabricantes, de conocer más sobre el uso que hacen los conductores de sus vehículos, lo cierto es que esto es algo muy jugoso para los anunciantes y las aseguradoras de vehículos.
BMW cuenta con cortafuegos
Por su parte, BMW ha informado, asimismo, que cuenta con un sistema de “cortafuegos” (lo que en el argot informático se denomina “firewall”) para proteger los datos esenciales sobre el funcionamiento interno del coche.
Aunque pueda parecer todo esto, algo un tanto superfluo, lo cierto es que tiene más importancia de la que se puede creer ya que gracias a estos datos, por ejemplo, los anunciantes pueden conocer el tiempo que ha estado en funcionamiento el motor y, de esta forma, podrán saber a partir del sistema de navegación “cuando los pasajeros están a punto de pasar por un McDonald’s, llevan en el coche tres horas y el niño, probablemente, tenga hambre”, según ha explicado Robertson.