El sur de la Florida es el principal destino para compradores de propiedades que buscan una nueva vida fuera de Brasil, convirtiendo a Miami en un espejo de Río de Janeiro por la cantidad de inversionistas que llegan para adquirir apartamentos, penthouses, casas y condominios en diversas zonas de la ciudad.
ZeroHedge apunta que uno de los principales vendedores de bienes raíces estadounidenses en el gigante sudamericano asegura que “Miami es la ciudad brasileña más grande fuera de Brasil” y los movimientos de los últimos meses le dan la razón por el inusitado interés en lugares de residencia.
La influencia de los visitantes del país sudamericano en Miami es notoria, ya que en 2013 representaron el 51% de los turistas totales que llegaron a la ciudad y además cuentan con 1.7000 millones de dólares en inversiones (la mayoría en el apartado inmobiliario), por lo que las autoridades locales ven con buenos ojos este nuevo paraíso brasileño fuera de Brasil.
Un movimiento similar a nivel migratorio se dio en las décadas de los ’80 y ’90 pero las razones eran diferentes, ya que muchos brasileños llegaron a Estados Unidos buscando oportunidades que no tenían en su país y en su mayoría eran de clase media o baja, sin el poderío económico de los nuevos clientes favoritos de las empresas de bienes raíces de Miami.
Todo por las políticas de Dilma Rousseff
Según The Wall Street Journal, una de las principales razones para que los brasileños de clase alta busquen un nuevo destino para sus vidas fue la victoria de Dilma Rousseff en las últimas elecciones para tener un nuevo periodo en la presidencia, con lo que muchos ven la posibilidad de inestabilidad económica y de ataques impositivos contra los ricos dentro de las proyecciones para los próximos años en el país sudamericano.
Ante estas circunstancias, la opción más interesante fuera de Brasil es Florida y el mercado así lo indica, con muchos brasileños tratando de comenzar una nueva vida de forma definitiva, trasladando bienes, negocios y familiares hacia el sur de la Florida.
“Se sienten preocupados por la inestabilidad política de Brasil y no quieren ser los últimos en irse. Quieren una segunda nacionalidad, un nuevo lugar para vivir y el mejor destino para eso es Estados Unidos“, afirma Genilde Guerra, abogado de Kravitz & Guerra, una firma de Miami que se especializa en trámites migratorios y que ha visto multiplicado su trabajo por los miles de brasileños que han llegado en los últimos meses.