Cuando un ganso aterriza, se tuerce y derrama agua desde sus alas, lo cual hace que quede totalmente boca abajo de vez en cuando.
Los gansos pueden hacer cosas extrañas y espectaculares con sus cuellos.
Los humanos, así como muchos otros animales, tienen una parte de su cuerpo que estabiliza su cabeza mientras se mueven. Eso hace la vida más fácil a los sistemas visuales. En vez tratar de entender un montón de imagenes espasmódicas, tu cerebro se puede enfocar en otras cosas más importantes.
Durante las maniobras del ganso su cabeza no se mueve para nada. Se queda quieta y hacia arriba. Este mecanismo es parecido al de los humanos en termino de funcion, pero también se parece a la suspensión de un automóvil.
El cuello de los gansos, así como el de los pavos, trabaja para que los movimientos de la cabeza de estas aves sea mucho menos pronunciado que el del cuerpo. Aun así, los investigadores no están seguros exactamente de cómo hacen esto.
Los cuellos de estas aves tienen tres veces el número de vértebras que un humano y doscientos músculos en cada lado.