Los adultos con hijos entre los años 1913 y 1920 podían enviar a sus hijos a otros sitios usando el sistema de correo en Estados Unidos, siempre y cuando el niño pesara menos de 50 libras.
El proceso era fácil. Lo único que tenías que hacer era poner el número correcto de estampillas en su ropa y enviarlos con el estafetero. Este los llevaría al sistema ferrocarril del país y el niño sería entregado en su destino, tal como si fuera un paquete o una carta.

Esta práctica alarmó a las autoridades, quienes empezaron a dar directivas que prohibían hacerlo desde 1913, las cuales fueron ignoradas.
Los niños eran asegurados por más o menos $ 50 dólares y enviados por solo 15 centavos entre padres, abuelos y tíos.
En 1920, el congreso aprobó una ley que convertía en crimen federal enviar humanos por correo sin importar su peso.