Dormir es básico, todos lo sabemos. Pero lo que no todos saben es que dormir poco es perjudicial. Según un estudio publicado en CDC, para tener una salud óptima y bienestar, se recomienda a los adultos entre los 18-60 años dormir al menos 7 horas cada noche.
CDC analizó los datos del Behavioral Risk Factor Surveillance System 2014 (BRFSS) con el objetivo de examinar la afectación de una duración de sueño menor a 7 horas entre 444.306 adultos encuestados en los 50 estados y el Distrito de Columbia. El resultado fue el siguiente:
Más de un tercio de los encuestados de Estados Unidos reconoció dormir menos de 7 horas. Esta información provoca una necesidad de sensibilización y educación pública sobre la salud del sueño así como políticas que garantizan la calidad del sueño. En concreto esto es importante para profesionales médicos, personal de emergencia y de la industria del transporte.
Los negros no hispanos, indios americanos/nativos de Alaska, nativos de Hawai/Islas del Pacífico y las poblaciones multirraciales, informan de una menor prevalencia a dormir menos de 7 horas en comparación con el resto de la población adulta en EE.UU.
Dormir no es sinónimo de perder el tiempo
Olvídese de ese prejuicio pues la falta de sueño afecta a toda la comunidad en general. Y es que dormir poco ejerce directamente sobre su rendimiento cognitivo influyendo negativamente en su productividad laboral, accidentes industriales, errores médicos o accidentes de transporte.
Además de provocar obesidad, presión arterial alta, diabetes, accidente cerebrovascular, problemas mentales, enfermedad coronaria e incluso la muerte.