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¿Dónde mejor terminar tu viaje que en una isla desierta? Como prometido, todo es posible en Panamá y entonces también descansar en el paraíso. En la costa noroeste del país se sitúa ese paraíso, Bocas del Toro, y puedes llegar en solo una hora en avión desde la capital. Pues haz tu maleta de nuevo y toma un vuelo nacional a la isla más bonita del archipiélago; Isla Colón. La capital de la isla, que también se llama Bocas del Toro, tiene un centro bonito con pequeñas casitas de madera colorada y un ambiente caribeño.
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Para la verdadera sensación de vacaciones deberías elegir un hotel al lado del agua, como por ejemplo Hotel Bocas Town. Una cabaña rosa de madera con un porche al lado del mar. No esperes demasiado lujo aquí, el servicio es simple. Pero se te olvida rápidamente cuando hay colibríes volando alrededor de tu cabeza y cuando el taxi de agua te viene a buscar para un día inolvidable en el mar. Pregunta al capitán de llevarte al cabo de los delfines, por ejemplo, donde con un poco de suerte puedes ver delfines. Justo cuando piensas que ya no los vas a ver, los delfines saltan de las olas. Siguen el barco y juegan en las olas. ¿Te has cansado de todas las impresiones? Déjate llevar a una de las islas desiertas pequeñas. Allí puedes tomar el sol en las desoladas playas blancas de arena y hacer esnórquel en el mar azul. Hay una cosa que sabes con seguridad: nunca volverás a casa.