Tus colegas y jefes pueden pensar que eres la cotorra del trabajo, escribe Donna Rosato en Time.
Si las personas están mirando su telefono o su reloj cuando estás hablando en una reunión, si interrumpes a las personas antes de que terminen de hablar, si te sales por la tangente cuando cuentas algo, si la gente asienta y dice aja mucho cuando hablas y si prefieren comunicarse por correo electrónico… existe la posibilidad de que hables demasiado.
La gente que habla demasiado no se da cuenta de que lo está haciendo, pero este rasgo puede ser dañino para tu carrera. Ahora más que nunca, los trabajadores tienen poca paciencia para las distracciones. Tus colegas y tu jefe te pueden empezar a evadir si estás tomando mucho de su tiempo.
Si no te puedes comunicar rápida y fácilmente durante una reunión, tus jefes pueden empezar a cuestionar tu habilidad para hacerlo durante momentos claves, como cuando hablas con clientes. Las mujeres, en particular, son percibidas como menos competentes que los hombres cuando son locuaces.
Es importante que todos los trabajadores tengan la habilidad de transmitir información de forma clara y concisa. En un mundo donde se puede dar a conocer ideas en menos de 140 caracteres, escribe Rosato, hay menos tolerancia para un opus verbal.
Estas son las 3 cosas que puedes hacer para dejar de hablar tanto:
1. Hazte consciente de ti mismo

Busca las señales de alerta, ya mencionadas, en tu comportamiento. Si interrumpes a las personas y sigues hablando, esa es una buena señal. Aparte de eso, puede arruinar una entrevista o una relación con un cliente.
Presta atención a cómo la gente reacciona cuando hablas. Si tus colegas siguen la tangente, no está mal, pero si vuelven al tema de antes, podrías estar en problemas. También pon atención al idioma corporal. Estás perdiendo a tu interlocutor si mira el reloj, su computador, deja de hacer contacto visual o deja de tomar notas. En este momento, la conversación se ha acabado y debes parar de hablar lo más pronto posible.