Los perros pueden hacer ojillos de perro huérfano a sus dueños. Esto hace que tanto el dueño como el perro generen más oxitocina, la hormona del amor, reporta Tia Ghose en Business Insider.
Este ciclo de recompensas también ocurre cuando una madre mira a su infante recién nacido.
Los perros no utilizan la mirada para cimentar vínculos con otros perros. Por lo tanto, los autores del estudio creen que este animal se ha convertido en el mejor amigo del hombre al usar una forma antigua de vincularse a los humanos.
Los humanos somos una especie muy receptiva al contacto visual y usamos nuestros ojos para la comunicación afiliativa. Es decir, miramos a los ojos a las personas para crear y mantener enlaces familiares y amistades. El mirar a las personas a los ojos crea más beneficios provenientes de los humanos para los perros.
El sentido del amor

La oxitocina tiene varias efectos en los humanos, como reducir el estrés y ayudar a los miembros de un grupo a reconocer a las personas individuales.
En todos los mamíferos, su papel es ayudar a un padre y a un infante a vincularse entre si. En los humanos, las madres y los bebés producen más oxitocina durante el proceso de lactancia, en el que pasan horas mirándose el uno al otro y promueven la producción de oxitocina en el otro, de acuerdo a varios estudios.
Para los perros, el contacto visual no es un comportamiento vinculante. Los perros dominantes miran a los caninos menos altos en la jerarquía de un grupo y los nerviosos miran hacia otro lado.