En el actual siglo XXI un gran grupo de la población mundial se ha enfilado en la onda fitness, la que a simple vista uno puede interpretar como algo sano. Hacer deporte, tener una costumbre de estar cada vez más saludable y no descuidar el hábito de realizar uno que otro ejercicio a diario está bien, pero cuando esto se transforma en una obsesión, en la mayoría de casos trotar cada día, puede llevarlo a sufrir de runnorexia.
Se dice que aproximadamente el 18% de las personas que realizan una actividad física diaria, del estilo de trotar, están dentro de este grupo de dependientes, el problema es que muchos de ellos lo desconocen y lo ven como algo que tiene que hacer cada día por encima de otros asuntos sociales o familiares, no como un problema.
¿Cómo sé si sufro de runnorexia?
Si ha tenido un problema por llegar tarde a una cita por quedarse hacienda ejercicio, si ve que está gastando más dinero en ropa y tenis deportivos que en otra cosa o ha dejado a un lado reuniones importantes por salir a correr unas cuantas horas, usted podría auto dictaminar que está sufriendo esta obsesión.
También si cree que usted mismo puede decidir cuántas horas hacer ejercicio diariamente o con qué intensidad, sin asesoría de un médico o un preparador físico, podría tener uno de los síntomas.
Pero no sólo correr o trotar están dentro de los deportes a los que usted puede volverse adicto. El golf y el pádel son dos de las actividades deportivas que más pueden generar adicción.
En un principio las personas salen a correr por gusto, por bajar de peso o conocer gente nueva que les guste la actividad física, pero luego las personas ven la necesidad de salir a toda hora, de volverse un maratonman, ahí es donde se empieza a detectar el problema.
No se preocupe si sufre esta adicción, como todas, tienen una solución. Lo principal es detectarla y darse cuenta que la está padeciendo, luego con algo de psicoterapia el problema puede tratarse, disminuyendo la intensidad y la rutina diaria.