Imagínate que la botella plástica de la leche que te tomaste ya no la tengas que botar, sino que vaya directo a la acera de tu casa por donde vas a caminar. Sí, las ciudades con asfalto de plástico reciclable son una nueva alternativa creada por un equipo de ingenieros y diseñadores neerlandeses.
Los países Bajos son pioneros de estas revolucionarias e increíbles ideas; como lo fue la primera ciclovía solar y el hormigón que se “sana a sí mismo”. El proyecto es de la compañía VolkerWessels y consiste en fomentar la existencia de autopistas y calles más sustentables, reemplazando el asfalto y cemento por bloques prefabricados de plástico reciclable.
Se estima que cada tonelada de asfalto producido emite alrededor de 27 kilogramos de CO2 en la atmósfera, lo que en un año asciende a 1.450.000 de toneladas de emisiones de dióxido de carbono, sumando los 5.000.000.000 de restos de plástico que hoy flotan en nuestros océanos.
Además esta nuevas calles podrían armarse en tan sólo semanas de una manera más simple, son virtualmente libres de mantenimiento, podrán soportar temperaturas máximas de 80 grados centígrados. También pueden moverse de un lado a otro sin mucha dificultad, sin duda la practicidad hecha calles.
La compañía asegura que éstas tendrán una durabilidad en promedio tres veces mayor, y como los paneles son huecos, se podrán instalar cañerías, cableado y demás. Se estima que el proyecto se haga tangible en los Países Bajos dentro de tres años aproximadamente, y por qué no, posteriormente en todo el mundo.