Las revistas médicas Lancet y el New England Journal of Medicine son de las más prestigiosas y acreditadas del mundo, escribe un autor bajo el pseudónimo George Washington en la publicación digital Zerohedge.
Por lo tanto, llama la atención que sus dos jefes de redacción hayan escrito que la corrupción está socavando a la ciencia.
El jefe de redacción de Lancet, Richard Horton, escribió el mes pasado
“Gran parte de la literatura científica, tal vez la mitad, puede ser falsa. Afligida por pequeñas muestras, efectos minúsculos, análisis exploratorios no válidos, junto con la obsesión por perseguir las tendencia de moda de dudosa importancia, la ciencia ha dado un giro y se dirige a la oscuridad. Con métodos malos se obtienen resultados.
Las Academia de Ciencias Médicas y el consejo de Investigación Médica e Investigación de Ciencias Biológicas y Biotécnicas, han puesto su reputación en una investigación sobre estas prácticas cuestionables. La endemicidad aparente de la mala conducta en la investigación científica es alarmante. En su deseo de contar una historia, los científicos esculpen sus datos para adaptarse a su teoría preferida sobre el mundo. Nuestra aceptación del factor del impacto crea una competencia malsana para ganar un lugar en un selecto grupo de revistas”.
De acuerdo a Horton, no son solo los científicos ni las revistas los culpables, sino también las universidades y hasta los procedimientos nacionales de evaluación. Los cientificos hacen poco para cambiar esta cultura de investigación, que en ocasiones se desvía hacia la mala conducta.
En 2009, la jefe de redacción de New England Journal of Medicine escribió que no es posible creer mucho de las investigaciones clínicas que están siendo publicadas. En su ensayo, la Dr. Marcia Angell escribe sobre las empresas farmacéuticas y los departamentos médicos de las universidades.
La corrupción no está limitada a los ámbitos cientificos o médicos, sino que parece afectar estos estudios tanto como el resto de profesiones. Esto es especialmente relevante debido al experimento de John Bohannon, quien publicó un estudio para engañar deliberadamente a los medios de comunicación, en el que decía que el chocolate era bueno para la salud.
Este experimento, de acuerdo al periodista, mostraba probar lo difícil que es verificar la ciencia de la nutrición en los medios de comunicación, entre otras cosas.