Si hay un alimento que define A España y que es reconocido casi en cualquier parte del mundo es el jamón. Sin embargo, pese a este reconocimiento mundial, no es fácil encontrar este exquisito manjar pues su expansión no se ha ejercitado demasiado en el mercado internacional.
Este vacio es el que pretende llenar la empresa catalana Enrique Tomás, cuyo nombre corresponde a su fundador. Esta cadena de jamonerías posee en la actualidad 60 establecimientos expandidos entre Barcelona, Madrid y Londres pero ahora ha adoptado un ambicioso plan de expansión que le llevará a generar una media de 500 locales (200 de ellos en el extranjero) en un plazo de tres años.
Y es que la alimentación española gana cuota en el extranjero según demuestran las estadísticas de exportaciones que estudia la patronal del sector FIAB. Bajo esta premisa trabaja Enrique Tomás, donde muy lejos de su primer local instalado en L`Hospitalet en 2002, la compañía se ha lanzado en su primera aventura, Londres, capital que ya acoge cinco tiendas.
Berlín, Milán, París, Copenhague, Hong Kong serán sus próximas ‘victimas’. Sin olvidar Manila (Filipinas) primer punto de expansión por Asia.
Su creador, que comenzó vendiendo jamones a cadenas de supermercados, afirma que el producto hay que cuidarlo y que se debe prestar atención a las trampas pues: “Un jamón nunca puede costar 1.200 libras como venden en Harrods, salvo que cuente con etiqueta de Oro”
Tomás trabaja con brókeres que le buscan el mejor producto pues el empresario destaca la importancia de mantener un cliente.