Estas son 3 maneras de no enfadarte, de acuerdo a la neurociencia.
1. No suprimas tu ira
Suprimir la ira no es una buena idea. Puedes hacerlo y no lucir enfadado, pero luego tus sentimientos se volverán más fuertes. De acuerdo a Eric Barker en su página web Bakadesuyo, la furia es importante, ya que cuando te desahogas, es catártico.
Cuando suprimes tu ira, tus sentimientos positivos también disminuyen. Pero tu habilidad para sentir cosas negativas, de hecho, se hace más grande. Cuando reprimes tus emociones, la otra persona en un enfrentamiento también se enfada aún más.
Cuando suprimes tus emociones, estás usando una gran parte de tu voluntad. Por eso es que después es más probable que hagas algo que se convertirá en un remordimiento.
Pero aunque no debes reprimir la ira, tampoco es bueno desahogarte.
2. No desahoges tu ira
Puede que seas de las personas que le da puños a una almohada o gritas y lloras con un amigo. Pero esto no es buena idea. Desahogarte solo intensifica las emociones.
Compartir tus sentimientos con las personas de una forma constructiva es buena idea, pero desahogarte simplemente significa que te sentirás más enfadado.
Tu cerebro tiene recursos limitados y pensar en otra cosa significa que no puede pensar tanto en algo malo. Distraerte es una idea mucho mejor, ya que así puedes evitar la tentación y te puedes sentir mejor. Es dificil distraerse cuando algo está ocurriendo en un instante, pero hay una simple respuesta…
3. Revalua
Cuando alguien te altera, es obvio que quieras gritarles o hasta darles un puño. Pero si alguien te llamara y te dijera que esta persona está pasando por un terrible divorcio o que su hija ha sufrido un accidente en el colegio, lo dejarías ir. Hasta responderías con compasión.
No ha cambiado el evento, ya que la situación es igual. Pero la historia que te estás contando a ti mismo es diferente. Después de todo, no sientes frustración por los eventos si no por tus creencias.
La mejor manera para no enfadarte cuando alguien te esté gritando es simplemente recordarte a ti mismo de que esta persona debe estar teniendo un mal día y no tiene que ver contigo.
Cuando cambias tus creencias sobre una situación, la forma en la que tu cerebro reacciona también cambia. Tus sentimientos de ira bajan y tus sentimientos buenos crecen. Aparte de eso, tus relaciones suelen ser mejores.
Otro gran beneficio es que, como no estás usando tú voluntad para suprimir nada, no tomarás decisiones equivocadas.