Aunque las latas de comida tengan una fecha en ellas que cae durante los próximos cinco años, no es una fecha de expiración, aunque así luzca. Es simplemente una recomendación, basada más en el sabor y la apariencia que una forma de determinar si la comida dentro de ella está dañada.
Con la excepción de la fórmula para bebés, la presencia de fechas de expiración en las latas de comida son opcionales en Estados Unidos, aunque el gobierno da guías para los productores de comida enlatada.
Las comidas que duran más tienden a ser aquellas con un balance PH básico, como la sopa o las carnes enlatadas. Las cosas más básicas como los tomates o los cocteles de frutas expiran menos de 18 meses después de ser enlatadas.
Aunque el aspecto, el sabor y la textura de la comida puede cambiar entre las fechas recomendadas, es muy poco probable que se pudra en ese tiempo. Algunas comidas enlatadas pueden durar décadas sin cambiar de niveles nutricionales.
Es más probable que la lata, en sí, se pudra antes de que la comida. Cuando hay un poco de corrosión, las bacterias pueden entrar a la comida y pueden causar hasta botulismo.
Para mantener las latas seguras para comer, asegúrate de no ponerlas en el congelador y no dejes que llegue a una temperatura muy alta. Tampoco debe mojarse.
Si ves una lata que no está en buenas condiciones, no la abras.