Puede ser que la fórmula para encontrar el amor sea mucho más facil de lo que esperas, escribe Lauren Alix Brown en Quartz.
Hace dos décadas, el psicólogo Arthur Aron demostró que dos extraños se pueden enamorar simplemente debido a una acción predefinida en la que se preguntan cosas personales.
En el experimento, un hombre y una mujer heterosexuales entran a un laboratorio a través de puertas diferentes. Se sientan uno frente al otro y empiezan a preguntar cosas más y más personales.Después, se miran a los ojos por cuatro minutos.
Estas 36 preguntas se vuelven más personales durante el transcurso del experimento. Para empezar, las preguntas incluyen ¿‘tienes algún presentimiento secreto de como moriras?’ y ¿‘te gustaría ser famoso? ¿de qué manera?’ a ¿‘cuál es tu peor recuerdo?’ y por último ‘comparte un problema con tu pareja y pídele un consejo sobre como manejarlo.’
La cercanía producida por este estudio es muy parecida a la cercanía que ocurre naturalmente mientras se desarrolla una relación. Por otra parte, seguramente no produce lealtad o compromiso.
Mandy Len Catron fue parte del experimento hace unos años. Seis meses después, se casó con su pareja e invitó a todos los trabajadores del laboratorio.
Este experimento también fue exitoso creando vínculos entre empresarios y ejecutivos.