Alrededor de 40 millones de niños en EE.UU permanecen hasta altas horas de la noche entrenando para algún tipo de deporte. Práctica que desarrollan varias veces a la semana, los fines de semana incluso trasladándose por el país para torneos realizando el sacrificio de elevadas horas de conducción.
“Hay partidos en fiestas religiosas o día de la madre, no hay límite más. El deporte tiene prioridad sobre todo lo demás” explica el doctor Frank Sileo, psicólogo infantil en Ridgewood, Nueva Jersey. quién además añade:
“Tengo niños que están jugando hockey a las 10 de la noche y tienen nueve años de edad”
Esta actividad no sólo desemboca en un desgaste físico de los jóvenes atletas sino también se observa su influencia a nivel emocional. En este sentido, el Dr. William Meehan -directos del Centro de Deportes y Prevención de Lesiones ‘Micheli’ en Massachusetts, afirma que en los últimos cinco años ha aumentado en un 2% el número de niños que están siendo tratados por lesiones.
Los padres americanos gastan 10 millones de dólares al año en deportes juveniles
Las familias americanas están atrapadas en el frenesí de hacer crecer a sus hijos en la industria del deporte, tanto es así que también están matriculando a sus hijos en campos de especialidad costosos durante el verano y llevando a sus hijos a psicólogos deportivos para ayudar a éstos a manejar sus emociones en el campo.