‘Casi toda mi vida he creído en el mito de que algunas personas nacen con ciertos talentos y el potencial de destacar en cualquier cosa sobre todo es determinado por nuestros genes. Hoy sé mejor,’ escribe Tony Schwartz, el presidente y director ejecutivo de The Energy Project, en el Harvard Business Review.
De su investigación y conversaciones con decenas de gerentes en decenas de empresas, Schwartz concluye que es posible mejorar cada talento o capacidad de la misma manera en que los deportistas fortalecen sus musculos entrenándolos continuamente.
El filósofo griego Aristóteles ya dijo hace 2000 años: ‘Somos lo que hacemos cada vez de nuevo’. Esta tesis también la defiende el neurocientífico Daniel Levitin. Según él y también otros científicos, existe un número mágico que permite llegar a ser un verdadero experto: 10.000 horas.
‘Estudio tras estudio, si trata de compositores, jugadores de baloncesto, de ajedrez o maestros estafadores, cada vez aparece esta cifra. 10.000 horas es el equivalente de 3 horas por día, siete días por semana, durante 10 años. Ni una vez se ha encontrado un ejemplo de alguien que llega a lo más alto a nivel mundial en menos tiempo.’
Schwartz da las seis claves que te permitirán destacar en lo que quieras.
1. Haz lo que te gusta hacer

La pasión es una motivación improbable. Proporciona enfoque, resistencia y perseverancia.
2. Empieza con el trabajo difícil

Varios estudios demuestran que cada vez que empezamos algo nuevo tenemos la tendencia de buscar el placer y de evitar el dolor. Pero esos estudios también demuestran que las personas que han alcanzado lo más alto en su especialización, afrontan las partes menos agradables de su tarea por la mañana, antes de hacer otras cosas. Es entonces que tienen más energía y menos distracciones.
3. Practica de manera contínua y sin interrupción por períodos de 90 minutos

Luego toma una pausa. Nadie puede concentrarse por más de 90 minutos. 4 1/2 horas de práctica por día es un máximo.
4. Pide retroalimentación de un experto, pero con moderación

Lo más simple y más preciso la retroalimentación, lo mejor que puedas adaptar tu esquema de ejercicio. Demasiada tiene un efecto paralizante muchas veces y hace más lenta la curva de aprendizaje.
5. Recarga tus baterías

Relajarte después de haberte esforzado te da la oportunidad de recargar las baterías y de procesar los conocimientos nuevos. Además, las ideas más creativas suelen venir durante momentos de relajación.
6. Haz un ritual de su práctica

La disciplina y apuesta son sobrevaloradas. Quien quiere llevar a tareas difíciles a un final bueno, tiene que hacer un ritual de ello. Hazlos en un tiempo específico y nunca te desvies. Luego no tienes que gastar energía en ello.