Bryan Caplan es un profesor de economía en la Universidad George Mason y ya tiene unas superventas en su nombre. En su blog del Library of Economics and Liberty escribió sus experiencias con la economía y la paternidad.
Un niño es un producto de consumo. Caplan quiere decir que no puedes esperar un retorno financiero positivo de la inversión en tus hijos. Eres padre o madre porque lo quieres ser, no para hacértelo más fácil para cuando eres viejo. En contrario de lo que se reclama de vez en cuando, en las comunidades primitivas también ya era así.

1. Considera a tus hijos como compañeros a quienes quieres, no como alguien para formar o para ser su jefe.
2. Descubre cosas que a ti y a tus hijos os gusta hacer juntos, y haz tiempo para hacerlas.
3. Tienes menos influencia en la personalidad, inteligencia y el éxito futuro de tus hijos de lo que piensas, pero sí decides cómo tu hijo piensa de ti y cómo te recordará en el futuro.
4. Las preferencias de tu hijo probablemente difieren de las preferencias que tú tenías cuando eras niño. Sin embargo, intenta ser el padre con el que soñabas cuando eras pequeño.
5. Usa la disciplina para convertir a tu hijo en un buen compañero. Una vez adulto, es demasiado tarde.

6. Un sistema claro de disciplina moderada funciona mucho mejor que una disciplina dura arbitraria. También las amenazas vacías son completamente inútiles.

7. No mientas a tus hijos. Se darán cuenta en seguida.

8. No te enojes con tus hijos. No refuerza tu autoridad, sino que la debilita.

9. Educa a tus hijos con amor y respeto.

.