Ciertamente hay beneficios cuando eres el primero a llegar a la oficina y el último en salir, pero también hay consecuencias negativas. Esto es lo que escribe Drew Henricks en Business Insider.
Depende de muchas cosas: tu género, tu oficina y tu puesto. No todo el trabajo es instantáneamente recompensado así que no te esfuerces demasiado para nada.
Estas son las 5 razones por las que no debes llegar temprano al trabajo todos los días:
1. A nadie le caen bien los empleados excesivamente entusiastas

Algunos gerentes pueden apreciar tu entusiasmo, pero generalmente terminan alienando a la gente. Si alguien te ha dicho que trabajas demasiado o que eres muy serio, es una buena pista de que nadie aprecia lo dedicado que estás.
2. Alienas a tus colegas
Puedes ser la próxima persona en línea para una promoción, pero es muy importante que tus colegas te respeten. Si siempre estás haciendo algo que te está haciendo quedar bien – y, a veces, haciéndolos quedar mal a ellos – la gente va a empezar a hablar de ti. Donde pasas tantas horas a la semana debe ser por lo menos un poco agradable y el chisme seguramente no te va a ayudar.
3. Pareces pusilánime

Si siempre estás en la oficina antes que el resto, las personas van a empezar a pensar en que más pueden hacer que hagas. ¿Puedes conseguirles sus cafés? ¿Hacer la parte del trabajo que no alcanzaron? Ser pusilánime durante el trabajo puede causar síndrome de ‘burn out’ y te hará el chivo expiatorio cuando las cosas no salen bien.
4. No tienes lo que se necesita para ser gerente

La rutina de un gerente, por lo general, no significa que este llegue antes que todo el mundo. Es importante que de vez en cuando hagas una entrada triunfal para que la gente vea que eres capaz de ser carismático. Si siempre llegas muy temprano, nunca tendrás esa oportunidad.
5. Tu trabajo te va a tomar por sentado

El día en que tengas una emergencia, la línea en el banco esté muy larga o te vares, todo el mundo dirá algo sobre porque llegaste tarde. Cuando estableces una norma innecesaria, te estás preparando para el fracaso.
Está bien si eres muy puntual, pero no llegues demasiado temprano. Si tienes tiempo, camina o ve por un café, y disfruta del tiempo extra que tienes antes de empezar tu trabajo.