Según los demócratas, la legalización del cannabis a escala nacional aliviaría la presión sobre el poder judicial y crearía nuevas oportunidades económicas. Incluso podría ayudar a luchar contra la discriminación.
Desde que Joe Biden tomó posesión de su cargo hace seis meses, el gobierno de Estados Unidos se ha vuelto ecológico. Y no sólo a nivel medioambiental: los demócratas están trabajando en una “Ley de Administración y Oportunidad del Cannabis” que despenalizaría el uso de esta droga en todo Estados Unidos.
Normas muy diferentes para cada estado
Actualmente, el cannabis sigue siendo ilegal a nivel federal, que lo clasifica como una sustancia peligrosa de clase 1, a la par que la heroína y superior a la cocaína, y prohíbe su producción, venta, posesión y consumo. Pero los estados tienen mucho margen de maniobra en este ámbito y pueden legislar en otra dirección.
La marihuana es legal en muchos estados, especialmente en la costa oeste y en el noreste. En otros, sólo se permite el uso médico, aunque a veces se han introducido políticas de despenalización. Pero el cannabis sigue estando estrictamente prohibido en otros lugares, como Texas, Nuevo México y Georgia.
Con la nueva propuesta, los demócratas quieren invertir la lógica: legalizar el cannabis a nivel nacional, pero también permitir su comercio, con reglas muy precisas. Esto permitiría a los estados decidir si quieren seguir una política más estricta que la recomendada por el gobierno federal.
En la práctica, esto es lo que los demócratas quieren introducir:
Compra de cannabis en puntos de venta autorizados a partir de los 21 años.
Realizar una evaluación del consumo de cannabis por parte de la población adulta en cada estado.
Introducir un programa de rehabilitación y oportunidades para los desfavorecidos por la guerra contra las drogas
Eliminar las citaciones por violaciones de las leyes federales sobre el cannabis, excepto en casos de violencia, y animar a los estados a hacer lo mismo. Los presos condenados por delitos no violentos relacionados con el cannabis podrán solicitar la revisión de su condena.
Establecer fondos para la creación de tiendas de cannabis dirigidas por “personas social y económicamente desfavorecidas”.
Imponer a los productos del cannabis un impuesto similar al del alcohol o el tabaco.
Los negros tienen 3 veces más probabilidades de ser detenidos
Por ahora, este texto sólo está en forma de borrador y no es probable que se presente al Congreso antes de finales de año. Pero el plan de los demócratas no sólo se refiere al cannabis y a las libertades de los consumidores: es una reforma de gran alcance, incluso social.
Según los defensores de la reforma, la aplicación de las leyes actuales estaría muy determinada por el color de la piel del infractor: los negros tienen tres veces más probabilidades de ser detenidos por posesión de cannabis que los blancos. Según el Washington Post, el 89% de las personas detenidas por este motivo en Washington D.C. entre 2015 y 2019 eran negras.
El objetivo de este texto es, por tanto, resolver la sobrecarga del sistema judicial y aliviar la presión sobre las prisiones. Al mismo tiempo, pretende ofrecer nuevas oportunidades de empleo a los más desfavorecidos. Y, para Estados Unidos, una nueva fuente de ingresos, ya que el comercio ilegal de cannabis alimenta actualmente, en el mejor de los casos, la economía informal. Y, en el peor de los casos, los cárteles internacionales de contrabando.