Has enviado tu currículum y te han llamado para una entrevista de trabajo… ¡qué emoción! Pero, ¿cómo puedes asegurarte de que entras en la sala de entrevistas lleno de confianza? Aquí tiene 6 consejos.
1. Cuídate y prepárate
Estar bien preparado significa que tendrás menos que preocuparte el día de tu entrevista de trabajo. Así que tómate tu tiempo para prepararte antes de la entrevista. Puedes practicar las respuestas a las preguntas estándar de las entrevistas de trabajo, pero también puedes prepararte para preguntas inesperadas.
Asegúrate también de saber quién es tu entrevistador: ¿es un reclutador o el gerente que busca un miembro del personal para su equipo? En Linkedin ya se puede averiguar mucho sobre estas personas.
Duerma lo suficiente el día anterior a la entrevista. El deporte o un paseo nocturno pueden ayudar. También puede ser útil dar un pequeño paseo antes de la reunión. Además, salga a su cita a tiempo, para no llegar tarde.
2. Calmar los nervios
Es normal sentirse nervioso justo antes de la entrevista de trabajo. Hay una serie de técnicas que pueden ayudarle a relajarse:
Siéntate en un lugar tranquilo. Siéntate con los pies en el suelo y relaja todos los músculos del cuerpo. Presta especial atención a los músculos que rodean la cara, el cuello y los ojos porque suelen delatar que estás tenso. Diga en voz baja todas las letras del alfabeto para relajar la zona de la boca.
Inspira profundamente desde el bajo vientre y espira lentamente. Hazlo diez veces seguidas antes de iniciar la conversación, preferiblemente con los ojos cerrados. De este modo, te relajas de forma óptima.
3. Sea consciente de sus puntos débiles
Todo el mundo tiene uno o más puntos débiles. El truco es convertir tu debilidad en tu fuerza. Por lo tanto, sé sincero con tus defectos y nómbralos. Es importante que incluya lo que ha hecho en el pasado para mejorar su debilidad, o cómo piensa afrontarla en el futuro. Al ponerlo en palabras, automáticamente saldrá fortalecido.
4. Escuchar y preguntar
Cuando el entrevistador hable, sea cortés y escuche con atención. Asiente con regularidad y formula buenas preguntas “abiertas” en el momento adecuado. De vez en cuando, repita brevemente lo que acaba de decir el entrevistador: esto demuestra que ha prestado atención. Si quiere añadir algo de su propia experiencia, hágalo brevemente y al grano. También haga preguntas. Cuanto mejor sean las preguntas que hagas, más fuerte serás ante tu entrevistador.
5. Cuida tu postura
Además de la ropa, tu postura también juega un papel importante. No dejes que tus hombros cuelguen, pero tampoco te reclines en la silla. Mantén la cabeza erguida y los hombros hacia atrás. Establezca contacto visual con su interlocutor y sonría.
6. Recuerda tus derechos
Su entrevistador tendrá sin duda su CV a mano, pero también puede tener una copia a mano durante la entrevista. Así podrás consultarlo cuando te pierdas o referirte a él durante la entrevista. ¿Crees que eres el candidato adecuado? Entonces puedes dejarlo claro. ¿El trabajo no es lo que esperabas de la entrevista? Entonces también puedes decirlo después. Y sepa esto: no hay ningún problema en ponerse nervioso. Los entrevistadores son conscientes de ello y lo tienen en cuenta.
Para concluir
¿No has conseguido el trabajo? Que no cunda el pánico. Cada entrevista de trabajo es una buena experiencia de aprendizaje. Intenta averiguar qué ha ido bien y con qué preguntas o situaciones has tenido dificultades. Pregunte también al entrevistador por qué le han rechazado, para tenerlo en cuenta en futuras entrevistas. Se aprende haciendo, y eso también se aplica a la solicitud de empleo.