La clase media estadounidense tiene ahora una parte menor de la riqueza estadounidense que el 1% más rico. El 60% de los hogares estadounidenses por ingresos (una medida que los economistas suelen utilizar como definición de “clase media”) vio cómo su riqueza combinada caía al 27,8% de la riqueza nacional en junio. Es el porcentaje más bajo en 30 años (cifras de la FED). Por primera vez, los superricos tuvieron una mayor participación, con un 32,3%.
Los datos reflejan la lenta erosión de la seguridad financiera de las rentas medias que ha alimentado el descontento de los votantes en los últimos años.
A este respecto, es interesante un estudio reciente de Atif Mian, Ludwig Straub y Amir Sufi. En su análisis de microdatos, concluyen que la desigualdad de ingresos es la explicación más poderosa del excedente de ahorro en EE.UU.
Las personas más ricas ahorran proporcionalmente más de su renta disponible y esto es cierto para todos los grupos de edad. Esto se ve reforzado por otra tendencia, a saber, que la cuota de ingresos de los ricos ha aumentado con el tiempo para todas las cohortes de edad.
Mientras que el 10% de los más ricos ahorró más, el 90% de los hogares de ingresos medios y bajos redujo su cuota de ahorro.
La tasa de ahorro del 10% más rico es entre un 9% y un 17% superior a la del resto de la población. A medida que los ingresos se han ido desplazando a lo largo del tiempo hacia los hogares de renta alta, éstos han ahorrado entre un 3% y un 3,5% más de la renta nacional en comparación con el periodo anterior a 1980. Esto es significativo.
Además, los miles de miles de millones inyectados en la economía por la Fed para absorber los impactos de la crisis covídica no han hecho más que aumentar la desigualdad.