Los precios de los alimentos en todo el mundo subieron a pasos agigantados el mes pasado. Esto continuó la marcha hacia los máximos históricos y aumentó las presiones inflacionistas sobre los consumidores y los gobiernos.
Un índice de las Naciones Unidas que rastrea los alimentos básicos, desde el trigo hasta el aceite vegetal, subió otro 3% en octubre, alcanzando su nivel más alto de los últimos 10 años. Esto amenaza con elevar aún más las facturas de los comestibles, especialmente para las familias que ya están bajo la presión de la pandemia. Esto también podría aumentar la preocupación por la inflación de los bancos centrales. Por último, existe el riesgo de que el hambre en el mundo, que lleva más de una década en su punto más alto, siga aumentando.
El índice que sigue estos precios de los alimentos es una medida de las variaciones mensuales de los precios internacionales de una cesta de la compra. El sistema funciona con puntos, y cuanto más altos son, más caro es el producto.
Causas
El mal tiempo ha afectado a las cosechas de todo el mundo este año, los costes de los fletes se han disparado y la escasez de camioneros ha interrumpido la entrega de productos a los supermercados. Además, la crisis energética obligó a los invernaderos a trabajar a oscuras y amenazó a los agricultores con aumentar la factura de los fertilizantes.
El aumento de los precios de los alimentos en octubre se debió principalmente a la subida de los costes de los cereales y los aceites vegetales. Esto es lo que escribió la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación en un informe publicado el jueves.