Es uno de los mayores misterios económicos durante esta crisis de la corona. Cada mes, más de 4 millones de trabajadores estadounidenses renuncian por voluntad propia. Nunca antes se había producido una salida colectiva tan masiva.
Aunque la tendencia se mantiene desde la primavera, no se vislumbra el fin de la enorme ola de salidas. En noviembre, 4,5 millones de estadounidenses dejaron voluntariamente su empleo, un récord histórico, según las últimas estadísticas del gobierno.
Esto representa más del 3% de la población activa. Esto puede parecer todavía limitado, pero el fenómeno se produce mes tras mes. Además, en algunos sectores la tasa de abandono es mucho mayor. En el sector de la hostelería y el ocio, más del 6% del personal se marcha cada mes.
El fenómeno ha sido bautizado como La Gran Resignación, en referencia a la Gran Depresión de hace casi cien años, y está sesgando por completo el mercado laboral estadounidense. Hay millones de vacantes sin cubrir y los empresarios tienen dificultades para encontrar sustitutos para los que se marchan voluntariamente.
Gráfico: Porcentaje de personal que dimite (ocio y hostelería frente a sector privado)
Algunas posibles explicaciones
Los economistas del trabajo no ven inmediatamente una causa obvia para la ola de salidas. Quizás sea una combinación de varios factores, con la crisis de la corona como motor subyacente.
- Anhelando un trabajo mejor
Según algunos economistas, es prematuro considerar a los trabajadores que se van como definitivamente perdidos para el mercado laboral. El elevado número de despidos espontáneos en, por ejemplo, los puestos de trabajo de hostelería mal pagados indica, según ellos, que muchos buscan un trabajo mejor remunerado y, por tanto, abandonan su empleo. También en los sectores bien remunerados -como el tecnológico- aumentaría el número de personas que saltan de un puesto de trabajo a otro. Si esta teoría es correcta, el aumento de la tasa de abandono es algo positivo, ya que indicaría una mayor movilidad y flexibilidad en el mercado laboral estadounidense.
- YOLO (“sólo se vive una vez”)
Aun así, los expertos consideran que muchos estadounidenses han abandonado definitivamente el mercado laboral. La crisis de la corona ha llevado a este grupo a tener una visión diferente del trabajo y de la vida. Algunos trabajadores de más edad pueden haber abandonado el mercado laboral unos años antes de lo previsto inicialmente. Pero también los trabajadores más jóvenes que pueden permitírselo optan por un año sabático.
- Responsabilidades de cuidado
El despido voluntario también puede estar relacionado con la situación familiar como consecuencia de las normas coronarias, por las que los empleados dejan su trabajo para cuidar de los hijos o de los familiares necesitados.
- La trampa del desempleo
Algunos economistas establecen una relación con las medidas de apoyo de la administración Biden, como los vales de ayuda por familia o la ampliación de las prestaciones por desempleo. Cuando la ayuda es tan alta que el incentivo para trabajar desaparece, se habla de una trampa de desempleo.
- Convertirse en autónomo
Los estudios demuestran que el número de autónomos en EE.UU. vuelve a aumentar tras los golpes iniciales de la crisis de la corona. Esto puede indicar que algunos estadounidenses están hartos de sus jefes y han decidido trabajar por su cuenta.
- Miedo al contagio
Por último, los expertos creen que la renuncia voluntaria también puede tener algo que ver con el puro miedo a contraer el coronavirus en el lugar de trabajo.
Reconfiguración
En conclusión, parece que se está produciendo una “reconfiguración” masiva, con decenas de millones de trabajadores estadounidenses que reflexionan sobre su futuro profesional y, en ocasiones, deciden simplemente abandonar.
Si esta tendencia se reproducirá en Europa o en cualquier otra parte del mundo es todavía una cuestión abierta. El mercado laboral europeo es tradicionalmente mucho menos flexible que el estadounidense, pero es probable que el razonamiento YOLO desempeñe un papel más importante entre los trabajadores europeos que en el pasado.
La segunda cuestión importante es si se trata de un fenómeno temporal o a largo plazo. Si la Gran Resignación continúa en los próximos meses y años, podría provocar una escasez estructural en el mercado laboral estadounidense, lo que daría lugar a una feroz guerra por el talento, a un aumento de los salarios y, en consecuencia, a una mayor inflación.