El crecimiento económico disminuye a medida que aumenta el número de días húmedos y con precipitaciones extremas, según ha descubierto un equipo de científicos.
Los sectores manufacturero y de servicios de los países ricos son los más afectados, según sus investigaciones. El análisis de los datos de más de 1.500 regiones durante los últimos 40 años muestra una clara correlación y sugiere que el aumento de la intensidad de las lluvias diarias debido al cambio climático por la quema de petróleo y carbón perjudicará a la economía mundial.
Hasta ahora, las evaluaciones macroeconómicas de los impactos climáticos se han centrado principalmente en la temperatura y no han tenido en cuenta -o no lo han hecho- los cambios en las precipitaciones a escalas de tiempo más largas, como años o meses, con lo que se pierde la visión completa.
Aunque una mayor pluviosidad anual suele ser buena para las economías, especialmente las que dependen de la agricultura, la cuestión es también cómo se distribuye la lluvia a lo largo de los días del año. Y las precipitaciones diarias intensas resultan ser malas, especialmente para los países ricos e industrializados como Estados Unidos, Japón o Alemania.