La catástrofe de la plataforma de perforación Deepwater Horizon en el Golfo de México hace 12 años también afectó duramente a la población de delfines cerca de Luisiana. Pero ahora parece que los animales supervivientes se enfrentarán a nuevos problemas. Así lo indica un estudio realizado por científicos de la Fundación Nacional de Mamíferos Marinos de Estados Unidos.
Según los científicos, es de temer que la población local de delfines acabe desapareciendo por completo.
Enfermedad pulmonar
Durante la catástrofe de la plataforma de perforación Deepwater Horizon, una gran cantidad de petróleo acabó en el agua del Golfo de México. Esta contaminación también llegó a la costa del estado norteamericano de Luisiana. Una gran colonia de delfines mulares en la bahía de Barataria, cerca de Nueva Orleans, se vio afectada. Se ha calculado que alrededor del 45% de los delfines mulares de la bahía de Barataria no sobrevivieron al desastre.
“Pero los animales supervivientes tampoco se salvaron”, subraya la directora de la investigación, Lori Schwacke, epidemióloga de la Fundación Nacional de Mamíferos Marinos. “Quedan unos dos mil delfines mulares en la bahía de Barataria”.
“Sin embargo, más del 80% de los animales restantes siguen teniendo graves problemas de salud doce años después de la catástrofe. Se descubrió que muchos animales habían desarrollado una enfermedad pulmonar crónica. El éxito reproductivo de la población restante también se ha visto gravemente afectado”.
“Incluso en los animales nacidos después de la catástrofe de la Deepwater Horizon, se observan pocos signos de mejora de la salud”, señala Schwacke. “Se espera que con el tiempo estos animales jóvenes se hagan cargo de la población”.
“Se calcula que la colonia tardará al menos treinta y cinco años en recuperarse, siempre que no se produzcan nuevos incidentes en un futuro próximo”.
Sin embargo, nuevos problemas amenazan la supervivencia de la colonia de delfines mulares, según Schwacke. “En noviembre del año pasado, el gobierno de Estados Unidos volvió a autorizar amplias zonas del Golfo de México para la extracción de petróleo y gas”, explica el científico.
“Aunque los acuerdos han sido revocados por un tribunal, esta decisión aún puede ser recurrida. Con las nuevas explotaciones mineras, también volverán a ser posibles los desastrosos vertidos de petróleo”.
Inundaciones
La Autoridad de Protección y Restauración de la Costa de Luisiana también tiene previsto verter grandes cantidades de agua y sedimentos del río Misisipi en la bahía de Barataria. “Eso supone un peligro aún mayor para los delfines mulares”, subraya Schwacke.
“Los planes forman parte de la restauración de los ecosistemas costeros y de los humedales, lo que también reforzaría la protección contra la amenaza de las inundaciones. Sin embargo, el proyecto, que comenzaría el año que viene, aportará agua dulce a la bahía de Barataria. Esto reducirá el contenido de sal en la laguna a menos del 0,5%. Eso sería letal para los delfines”.
“De hecho, la baja salinidad provoca graves reacciones fisiológicas en los animales, causando heridas en su piel”, aclara Schwacke. “Esto hace que su piel se inflame rápidamente, lo que acaba matando a los animales. La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica ha predicho que el proyecto acabará con un tercio de la población cada año”.
Schwacke añade que los animales podrían no pensar en trasladarse para evitar el impacto de estos nuevos proyectos. “Los delfines mulares muestran una gran lealtad a su entorno”, afirma. “Si el proyecto sigue adelante, es casi seguro que la colonia desaparecerá por completo”.